Durante siglos los tribales han sido utilizados por tribus alrededor del mundo para tatuar el cuerpo y marcar la adhesión de grupos, familias etc. En cada clan los tribales adquieren un significado distinto. Tribus ancestrales como los Wayuu, los Tuma y Maoríes los asociaban con la religión y la magia. Para ellos los tribales eran un rito simbólico y una marca única que permitiría que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte.
En mi vida los tribales han estado siempre presentes, han sido el lenguaje ?mudo? de palabras y vivencias difíciles de exorcizar. En ellos encuentro la espontaneidad de ideas que permanecen ocultas en el subconsciente tímido del miedo, la vergüenza e ignorancia. Los tribales son mis pensamientos, mis palabras, mis letras, mis lagrimas, mis sonrisas, mi alma expuesta entre líneas, trazos y colores que conforman un todo y un nada. Con ellos cuento historias secretas (hasta para mi) que son escuchadas y asimiladas por cada persona de manera distinta, dependiendo de sus propios ángeles y demonios.
Entre formas concretas como personas, animales, objetos y lugares dejo fluir el mundo subconsciente, oculto descontrolado, y espontaneo de los tribales, creando un universo indefinido dentro de uno definido por la forma.